sentado
y mirándome los pies
las vi pasar sobre mis muslos,
sobre el piso de baldosas,
y perderse entre las flores
de esta terraza
de baldosas
en la que podría
romperme los dientes
claro, siempre y
cuando intentara
seguirlas e intentara
retenerlas en la red
que he preparado
no voy a poder,
son demasiado silenciosas
y veloces
nuevamente el día
me rodea
como un nudo
imagine entonces,
por favor,
un espacio vacío
y colibríes
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